El concierto de Silvio Rodríguez fue el acto más esperado en el programa de las festividades del Bicentenario de la Independencia del Ecuador y lo más añorado de mi vida.
He esperado cerca de una década y media para poder disfrutar del cantante que más he admirado, no solo por ser compositor y por ser privilegiado por su voz, sino también por ser un idealista que ha llevado el pensamiento de Cuba al mundo. Por ser además una de las insignias de la isla, de la libertad, de la trova, del arte, por ser sin duda un ser humano sin parangón y porque identifico el latir de mi corazón con sus canciones… Y es así que sin miramiento alguno emprendí la experiencia que ha conmovido mi alma, de tal forma que aún me tiemblan los huesos de la emoción… Canté a voz en cuello de principio a fin un repertorio que sin duda alguna será insuperable. A menos que los dados de la vida tiren mi suerte hacia otro escenario en el que Rodríguez vuelva a hacer su aparición. Aproximadamente 35 mil personas estuvimos juntas en esta experiencia ¡¡¡ pero estaba sola!!! Al fin, sola y con él, cantando y cantando: para mí no hubo nadie más que Silvio y yo cantando…. El acompañamiento de la flauta traversa seguramente no pasó desapercibido para nadie, era el trino de un pájaro, la limpieza musical de la banda no se puede comparar con nada, solo lo supera la voz aguda, que al alcanzar la nota máxima parece quebrarse y sin embargo se proyecta con más potencia en el momento menos esperado. Me faltó Requiem, el Viento eres Tú, Rabo de Nube, la Leyenda de los tres Hermanos, Supón, Paloma Mía, la Gota de Rocío, Imagínate, Quédate, y seguramente, todo el repertorio que hubiese pedido tendría que haber requerido de dos o tres días de su tiempo. Y fue hermoso. Con dos horas y media de canciones, mientras conmovió a 35 mil personas reunidas en el Estadio Alberto Spencer en Guayaquil. El acto sin duda fue bastante emotivo, empezando por la nominación que recibió Rodríguez por parte del Gobierno Ecuatoriano, “embajador de los migrantes”, en el marco de la campaña Todos somos Migrantes, que busca rescatar la dignidad y el respeto por los ecuatorianos que han decido buscar su desarrollo en otros horizontes y será la plataforma para promover encuentros y actividades en diferentes ciudades del mundo. Silvio destacó su acuerdo con los gobiernos de izquierda “Me parece que es lo justo, que tiene que pasar, hay que apoyarlos con todo lo que tengamos; con canciones, películas, artículos periodísticos, acciones y todo lo que podamos”, agregó en sus declaraciones en rueda de prensa. El concierto gratuito contó con la colaboración gubernamental que dispuso de 40 buses para todos quienes querían viajar desde Quito, así mismo se dieron cita al evento cuencanos, manabitas, y varios extranjeros como venezolanos, cubanos, argentinos… Hoy continué tomando rumbo a mi región tomando señas, descifrando encrucijadas mi cuerpo sigue practicando su cuestión cruje mi hueso y se hace la palabra. Hoy continué domesticando la razón llena de asombro ante el día sucedido proyecto un rápido boceto de la acción, trazo versiones que capturo del olvido. Por eso canto arena roca que luego es multitud del agua buena. Y canto espuma cresta que cuando logra ser ya no es ninguna… Y así entre gritos, cantos, lágrimas y un sin número de sensaciones el concierto se prolongó por aproximadamente dos horas y media, el acompañamiento de artistas como Héctor Napolitano, Hubo Hidrovo y Beatriz Gil también fueron un ingrediente fundamental para el éxito del concierto.
Los amigos…
Quisiera expresar en breves líneas que lo mejor que deja en mi la música, que es mi aliada, son los amigos. Y destaco con gran complacencia el encuentro con MarcoPolo, que aunque nos hemos visto un par de veces lo aprecio infinitamente, ya la hermandad ideológica y la cultura nos juntan, a mi fratello Arturo, que es loco como el mismo y que siempre es un gusto verle. Al Pablito que se aventuró a experimentar un concierto antes de saber la exquisitez de lo que es Silvio.
Qué decir de las Causas y Azares, ahí estás tú Querido Julio Tsalem, que gusto tenerte como nuevo amigo y que agradable tu compañía.
No pudo ser mejor la experiencia con el Rodríguez. Por eso amigos espero que podamos encontrarnos nuevamente… espero en los próximos días.
Ojo... Que quede claro que Julio y yo fuimos campeones del campeonato de 40 en la canchita del Barce. Y el trópico y zhumir fue escaso…
Además la atención en la peñas deplorable, pero lo que es más fue la cantata y la buena compañía. ¡¡¡ Qué viva Silvio Carajo!!!
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