Capacidad amatoria desde la butaca
Su linaje teatral se sustenta en la formación familiar. Sus padres Joaquín Guarderas y María del Carmen Albuja fundaron parte del grupo de Teatro Independiente y son los pioneros del Patio de Comedias.
Ojos grandes y verdosos, personalidad imponente, sonrisa muchas veces de niña y otras de mujer intrépida; gestos de manos, cejas y rostro confirman su pensamiento y pasión por el teatro.
Juana Guarderas es un personaje casi mítico de la cultura ecuatoriana, una heroína de las tablas que se ha mantenido en la labor preciosa y dura de la actuación desde la infancia. “Amé el teatro desde niña, empecé siendo público, desde la butaca vi muchos espectáculos. Recuerdo el Teatro Sucre en el que disfruté de obras profesionales, para niños, operetas, zarzuelas. Siempre me llamó la tención el trabajo escénico”.
‘La lección de la Luna’ fue una obra que compartió con su padre, Juana fue la princesa triste que quiso que le regalen la luna, una función que se convirtió en su primer trabajo teatral a la edad de 17 años, debut en casa propia: El Patio de Comedias.
Ahí empezó la aventura, que hasta el momento, se encuentra en desarrollo. Un recorrido arduo y muy profesional,
Tres personajes han marcado su carrera: La Marujita se ha muerto con leucemia (1990) confirmó su trabajo escénico. “Fue un personaje que me reafirmó, ya había hecho varias obras antes pero no me atrevía a decir que soy una actriz”.
Esa seguridad se proyectó en sus futuros trabajos. El diario íntimo de una adolescente(1996), esta vez un monólogo, labor que le resultó bastante enriquecedora. Su personaje: una niña pícara, desprevenida y sin prejuicios frente a la sexualidad. “Representé a una joven que experimentaba su florecimiento sexual de forma muy espontánea y mágica”.
Ser emigrante fue el tercer personaje importante en su carrera, en la obra Esperando el Coyot(2004) por su capacidad histriónica y motivar al público a comprarle legumbres, “Esta vez me vi obligada a hacer teatro dentro del teatro”.
Para Juana no existen papeles desagradables sino complejos, como Clara, un personaje de Las criadas(1992), la experiencia fue muy exigente, una obra muy intelectual que requería de cierta madurez actoral. “Al público también le costó mucho digerirla”.
En nuestro teatro es muy importante la cuentería, la tradición oral, como en Recetas para viajar en la que se aplica la técnica de la comedia del arte ecuatoriano, y la narración de Los monólogos de la vagina. Esta última obra la asumió luego de indagar sobre el tema de género en El eterno femenino(2002).
De hecho el eje creativo del Patio de Comedias lo conforman cuatro mujeres, no obstante sus obras están muy distantes de promocionar el feminismo sino más bien mostrar un discurso femenino “Las mujeres vamos con las manos abiertas hacia el compromiso de la vida, somos madres, hembras, profesionales, artistas“, su función es el contar la realidad social del país y hacer homenaje a la historia del teatro ecuatoriano. Por ello, confirma que la dramaturgia tiene que cumplir un rol social desde sus orígenes “Hacer reflexionar al ser humano es nuestro puro objetivo”.
Aunque no se puede decir que categóricamente Monólogos de la Vagina cambió la mirada de la mujer en la sociedad, el auditorio demostró un sacudón de conciencia y responsabilidad. “La obra conmovió a hombres y mujeres, los comentarios están escritos y sus expresiones lo confirmaron”.
Precisamente el público es el elemento fundamental en este oficio, además de todo el tiempo de trabajo, un grupo creativo, un director, un dramaturgo, un buen texto, iluminación, sonido, maquillaje, escenografía, utilería, vestuario, promoción y difusión. Sí, son muchísimos elementos que convergen en un sólo espacio, en las tablas del Patio de Comedias que vive de la ilusión y la creatividad y se alimenta de aplausos.
¿Qué características debe tener un aficionado al teatro?
El teatro no es excluyente, si alguien busca una forma de expresarse es una actividad recomendable. Si es a nivel profesional es muy demandante y requiere de mucho trabajo.
¿Cómo eliges una obra?
Llevamos los ojos hacia la realidad ecuatoriana. Escogemos la temática paralelamente con nuestras necesidades de herramientas técnicas, con constante exploración actoral, para aprenderla y hacerla nuestra. En el Patio de Comedias trabajamos mucho con la expresión gestual. Partimos generalmente de un taller. Hoy estamos trabajando con Wolframio Benavides un actor ecuatoriano importante y experimentamos un taller sobre una técnica que busca el performance basado en un código Hindú para encontrar las ocho emociones primordiales del ser humano. Pretendemos ser acróbatas de las emociones.
¿Hay una cultura importante de teatro en el país?
Me atrevo a hablar de Quito que tiene una oferta teatral muy amplia. No obstante, dependemos mucho de los medios de comunicación para la difusión. Hoy es muy prolífera la actuación; cada grupo, con mucho esfuerzo, ha conseguido una sala propia. No se pide paternalismo sino fomentar la labor cultural. No necesitamos una palmadita en la espalda.
¿Cómo es Juana en el día a día?
Corre, corre. Tengo mucha actividad, primero están mis hijos y comparto con ellos mi quehacer. Mi vida cotidiana está ligada a mi trabajo. Me considero privilegiada porque tengo integrada mi existencia. Creo que en la actualidad paso por un momento holístico, soy madre, actriz, y pareja.
¿Qué disfrutas hacer además del teatro?
Me gusta caminar en la naturaleza, aprender lenguas, leo libros en francés, italiano, portugués e inglés y obviamente todo mi tiempo libre trato de dedicarlo a mi familia, ahora no oigo Depeche Mode sino rondas infantiles.
¿A quién admiras?
En el campo actoral a Chaplin e Irene Papas y en la vida a la gente común
¿Cuáles son los planes futuros?
Intercambios culturales con Colombia, ahora están aquí y nosotros iremos a mostrar nuestro trabajo. Una obra que todavía no tiene nombre ni apellido y también un deseo muy grande de enfrentar un nuevo monólogo.
¿Quisieras incursionar en la dirección teatral?
Sí, pero lo veo como un proyecto más futuro.
Comentarios
Te admiro mucho Juanita, me gustaría conocerte, escribo poesía y me gusta cantar blues.
Sigue adelante.
Sony