El apoyo se canaliza a través del Centro Terapéutico Aprendiendo a Vivir para el desarrollo de niños y jóvenes con Síndrome de Down
Por más de 15
años PuntoNet ha apoyado el trabajo de la Fundación Reina de Quito y su Centro
Terapéutico Aprendiendo a Vivir, a
través de la donación del servicio de internet.
Esto ha permitido que la gestión diaria de la
Fundación y su Centro Terapéutico sean más eficientes. El Internet aporta en la
ejecución del “Programa de Computación y Formación” de los niños y jóvenes que
acuden a esta institución para formarse y recibir terapias de desarrollo.
El Programa de Computación se
imparte en varios niveles. En primera instancia, los niños de educación inicial
de 3 a 6 años se familiarizan con el computador y sus componentes. Desarrollan
actividades de motivación y estimulación de lenguaje a través de onomatopeyas
(sonidos de animales) y su reconocimiento
de figuras (aprovechamiento de la pantalla del computador) a través de la
repetición.
Posteriormente, en un segundo
nivel el programa se enfoca en niños de educación regular, de 6 años en
adelante, que acuden en las tardes a la fundación para potenciar sus habilidades
de aprendizaje, reforzando sus conocimientos de estructura gramatical. Esto ha
generado excelentes resultados en el área de aprendizaje de lenguaje y
gramática.
En un tercer nivel se trabaja en
la estimulación sensorial, esta área de la fundación utiliza el Internet para
reforzar las capacidades visuales y auditivas en el proceso de aprendizaje,
para Sonia Hinostroza, directora del Centro Terapéutico de la Fundación Reina
de Quito, navegando en Internet se puede
acceder a información global de gran calidad, videos, melodías que refuerzan el
proceso de estimulación de los niños y jóvenes con Síndrome de Down.
De igual forma mencionó que su
equipo profesional constantemente recurre a la herramienta para obtener
información y capacitarse,” el Internet es un servicio que permite conectarse
con el mundo” afirmó Hinostroza,
En los últimos 15 años la
Fundación ha apoyado a más de 2 mil niños, que son remitidos de entidades de
salud públicas, incluso desde su primer mes de vida.