Luchar contra una gran ola para sentar cabeza
En la década los años 70 se vio afectado el concepto
tradicional de la familia. Sociedades como las norteamericanas e inglesas,
estaban íntimamente dirigidas por una fuerte cultura devota y conservadora en
la que la conformación de la familia era lo más importante dentro de la
estructura social.
Está década rompió con esa realidad y está marcada por
hechos sociales que modificaron el comportamiento de las personas en su núcleo
social: La Familia.
Por ejemplo en Estados Unidos surgió el movimiento
feminista, las mujeres querían desplegar sus alas y emprender nuevos
horizontes, demostrando que sus facultades podrían alcanzar nuevos espacios de
desarrollo.
Con la filosofía de vida hippie se dio inicio a una gran
revolución sexual, rompiendo algunos tabúes y los derechos femeninos alcanzaron
nuevos espacios; en Italia por ejemplo, la mujer obtuvo el derecho al voto y en Nueva
York al aborto.
Estos hitos sin duda marcan una ruptura a aquel concepto en
el que la unión familiar estaba supeditada fuertemente al trabajo casero, la
preocupación por el esposo y los hijos, en definitiva la abnegación de la mujer
en el hogar.
Soslayar esa conversión a la gran familia Hippie es ocultar que
en aquel entonces se vivió otro tipo de amor, quizá para unos fue libre y para
otros fue libertino, con una serie de excesos que desencadenó problemáticas
incluso sanitarios.
En la India se da origen al Kamasutra como una práctica que
permite demostrar a los dioses que la vida sexual puede desvincularse de la
espiritual y, sin embargo, alcanzar el Nirvana.
En Occidente sin duda el concepto llegó distorsionado y caló profundo en una gran comunidad joven.
Filósofos como Louis de Bonard hablan en esta época de la desconstitución
de la familia y Comte de una crisis familiar.
Para muchos luchar contra esta gran ola de acontecimientos
que rompieron con la tradicionalidad fue realmente un sinónimo de sentar
cabeza, dejar de lado esta serie de actividades y encaminarse en la búsqueda de
una relación estable y una familia, asumir los roles de jefes de hogar y madres
de familia, marcó un antes y un después en la vida de aquellos setenteros
que dieron inicio a una nueva etapa de
la vida.
La evolución del concepto de familia ha seguido su curso, y
sobrevive por su adaptación en la temporalidad que se afinca. Hoy en términos
de familia no se puede globalizar cada dinámica o comportamiento. Las familias
se estructuran, fortalecen y constituyen de acuerdo a su bagaje histórico, las
leyes que la norman y las aspiraciones de cada uno de sus integrantes.