Hasta hace 63 años, la tradición venezolana de la preparación de arepas estaba a punto de perderse por lo laborioso del proceso y lo complicado que era mantener esa rutina en tiempos en que la población se mudaba del campo a las grandes ciudades.
P. A.N. la marca pionera en harinas precocidas de maíz del mundo nació un 10 de diciembre de 1960 en Venezuela gracias a Empresas Polar, para rescatar esa tradición y que la arepa se mantuviera en las mesas, no solo de los venezolanos, sino de todo aquel que disfrutara de su sabor.
Hoy P.A.N. está presente en 100 países y se ha convertido en una marca global de alimentos sabrosos, nutritivos y convenientes, que ofrece una variedad de productos que van desde harinas precocidas, hasta productos congelados, refrigerados, untables, ideales para consumir en casa, para eventos o restaurantes.
“P.A.N.
es una marca muy sólida, con un gran potencial de crecimiento, que cuenta con
un importante reconocimiento y representa lo mejor de Venezuela que recorre el
mundo. Cuando nuestros fundadores la crearon, fueron unos visionarios, ya
tenían para ella una visión de largo plazo muy ambiciosa. Hoy contamos con un
gran equipo en el mundo que trabajan para continuar con ese legado, atentos
siempre a las necesidades de los consumidores y a las tendencias del mercado”,
comentó María Alexandra Mendoza, directora de Mercadeo del Negocio
Internacional de Empresas Polar.
Como marca, P.A.N. ha aprendido a comunicarse con diferentes paladares alrededor del mundo, adaptándose a sabores y preparaciones que van desde lo tradicional hasta lo exótico, en diferentes ocasiones de consumo y aplicaciones.
En Ecuador el portafolio de P.A.N. incluye harina blanca, amarilla, integral, dulce y semillas nutritivas. A través de la cuenta de Instagram @pan_ecuador la marca comparte recetas tanto propias como internacionales, además, en @allofpan brinda entretenido contenido global por lo que invita a seguirla en ambas cuentas para estar al tanto de todas las novedades de la marca.
En los
años ´50, en Venezuela se vivió un proceso de migración desde el campo hacia las
grandes ciudades debido a la explotación petrolera, por lo que la población
sufrió un cambio en sus costumbres para adaptarse a un estilo de vida más
urbano.
Entre
las tradiciones que estaban cambiando estaba la preparación de las arepas, ya
que hacerlas ameritaba un proceso largo y laborioso que incluía pilar el
maíz, desgranarlo, cocerlo y molerlo.
Es por
esto que surgió la necesidad en todo el país de contar con una alternativa que
permitiera elaborar las arepas y otros platos típicos de manera práctica y
sencilla.
Si
bien hubo varios intentos que no lograron masificar un producto con estas
características, fueron el ingeniero venezolano Juan Lorenzo Mendoza
Quintero y el químico de origen checo Carlos
Roubicek quienes lograron desarrollar y comercializar una harina
precocida de maíz que estuviera al alcance de todos. Así se
consiguió elaborar el producto que cambiaría la historia de la cocina
venezolana y de la arepa en el mundo: Harina P.A.N.
Juan
Lorenzo, hijo mayor de Lorenzo Mendoza Fleury, fundador de Cervecería Polar, y
Roubicek, junto con un grupo de colaboradores, tuvieron la visión de utilizar
la planta procesadora de maíz, que hasta entonces solo surtía las
hojuelas destinadas a la elaboración de la cerveza Polar, para crear este
nuevo producto que simplificó la preparación de la masa para hacer
las tradicionales arepas y otros platillos, manteniendo el sabor y la
textura de siempre.