Colores extravagantes, labios gruesos y pintarrajeados, cabelleras largas, blondas, cobrizas; lunares a filo de labio, cigarrillo en la mano, sedas y tacones, lentejuelas, purpurina… Una serie de elementos que convergen en la creación del espectáculo drag, o mejor dicho, la cultura drag.
Se trata de la exageración de ciertos rasgos físicos, tanto humanos como animales, que tienen como objetivo conseguir una gran caricatura de carne y hueso y la exteriorización de los lados ocultos de la personalidad. Por ello, en el mundo quien hace la personificación de una mujer y consigue sus rasgos excesivamente femeninos es conocido como drag queen; en tanto que para aquella persona interesada en mostrar en el escenario un hombre valeroso, musculoso, despojándose así de su feminidad natural, recibe el nombre de drag king: El arte drag animal y drag monster se refiere a la interpretación de animales y seres fantásticos correspondientemente.
El tema de la transformación drag adoptó toda una filosofía y cultura a partir de la década de los ochenta con personajes como Divine, la primera drag queen de la historia; una rubia que sobresaltó con su novedad y provocación a una sociedad norteamericana que estaba acostumbrada a las máscaras.
En realidad, esta creación surgió de las minorías sexuales como una forma de resaltar momentos de la vida. Quien vive en el mundo drag se desenvuelve en la creación de nuevas imágenes y formatos de la existencia del ser. Es un tema protestatario con varias ramas de expresión, entre ellas el teatro.
Sobresalto y emoción
El teatro drag critica a la sociedad, a la convivencia diaria, a las etapas de la vida en la comunidad homosexual y su relación con el entorno. Es curioso, en un país donde esta cultura no está muy difundida, existe uno de los pocos grupos que hace teatro drag en el mundo, Dionisios.
Esta agrupación, bajo la dirección de Daniel Moreno, busca nuevas tendencias y códigos en su dramaturgia. La magia y capacidad de transformación son su fuerte. No obstante, saben que otros miran su trabajo como una forma de rebeldía insustancial.
Pero hay que verlo, sentirlo, disfrutarlo, asistir a las tablas teatrales y presenciar el trabajo meticuloso, férreo, sensible de este grupo. Insustancial sería opinar sobre la cultura drag si no se conoce algo de ella.
Y el mundo abre su mente hacia estas tendencias. El teatro drag se expande poco a poco en los continentes. En Miami está ‘La Escuelita’, en Nueva York ‘Fresas’, en España hay barios grupos que se han motivado con ‘Alaska’ y en Japón se realizan obras de cortes clásicos.
El teatro drag abarca una gama cultural muy amplia, los personajes son tan variados como la vida misma. El vestuario, el maquillaje, la danza, las coreografías, el lenguaje… para Moreno, que se formó en la Escuela de Artes Visuales de Madrid, el mostrar su trabajo es una experiencia fascinante. Sin embargo, le ha resultado más sencillo hacerlo en el exterior. “No somos vedettes de cabaret, afirma, somos actores que presentan una obra para llorar y reír; luego de nuestras presentaciones recibimos comentarios como: ‘¡Guaaaaaau!, esto no lo hemos visto antes’”.
De estrella a diva
Una de las obras de teatro de Moreno es precisamente Divas, creada hace tres años y transportada a un mundo imaginario sensitivo, cómico y crudo a la vez. Un mundo en el que Baldomero Bandolín, el dueño de un circo, descubre talentos y forma nuevas estrellas.
Un transgénero Félix protagoniza a la campesina que llega a la ciudad con el sueño de alcanzar fama en el mundo drag. La historia es una montaña rusa de sensaciones.
Divas cuenta las facetas de cualquier ser humano que quiere ser exitoso. Su lado ilusorio, pasional, sus vicios, sus defectos, sus talentos. Al final no importa quién es el personaje, si un hombre, una mujer o una imagen; lo fundamental de Divas está en la capacidad de mostrar el verdadero sentido de vivir. El amor por el trabajo realizado y la fidelidad a uno mismo.
Y de la transformación ¿qué?
Los cincuenta minutos de maquillaje son valiosos para Raymond (Baldomero), dueño de un circo y Daniel (Félix), futura diva: Los segundos pasan y alimentan el cuerpo, la piel; así, la historia finaliza en un estallido de desilusión y éxtasis, en el cual el vestuario sólo es la decoración de dos seres nuevos.
Las luces se apagan, el maquillaje se retira, el vestuario queda en el armario, el personaje descansa en la dimensión de un mundo ilusorio. Con la ropa puesta y los labios pintados, Daniel sólo da una recomendación, “Hay que tener cuidado al interiorizar un personaje; como en cualquier teatro, es necesario apropiarse de la obra, pero no hay que olvidarse de lo que se es en la realidad; existe una línea muy delgada que no se debe pasar”.
Entonces queda claro que ser drag queen no implica necesariamente la homosexualidad, sino el adaptar papeles dramáticos, lúdicos, teatrales a personajes que se atreven a indagar en los lados ocultos de su personalidad. El drag es un mundo en el que prima la connotación artística y que lleva a escena personajes caricaturescos, llenos de sensibilidad y creatividad. Será mejor que usted mismo lo compruebe.
Comentarios
http://tariknunez.blogspot.com/2006/09/dionisios.html
Hols Vanessa.
Miraba tu página, tu escrito sobre el teatro drag, me ha gustado mucho tu trabajo.
Agradecerte por tu comentario, y con el interés de intercambiar correspondencia contigo y estar al tanto de futuras publicaciones. Te anoto mi correo electrónico, estaré pendiente de tu mensaje para iniciar una conversación.
Saludos cordiales,
Tarik
revistaaudiovisual@gmail.com
ME ENCANTO LA NOTA,ES VERDAD QUE NADIE SABE SOBRE LO QUE ES EL MUNDO DRAG QUEEN,YO TENGO AMIGOS QUE SON DRAG Y LA VERDAD QUE ES MARAVILLOSO Y EL ALMA QUE PONEN EN ESCENA ES GENIAL, TENDRIA QUE HABER MAS TEATRON CON OBRAS DRAG.
MUY BUENA LA NOTA.
MELINA.
orale ya entendi
que es drag queen y los drag
me parese muy interesante
:D